29 de agosto de 2017

ENSEÑANZA DE LA SEMANA


El Regalo del “no sé”
 

 
Abre el regalo. En el interior hay “solo no sé”. Como un regalo muy caro, y a pesar de ello pocos lo aceptaran. Consentirlo significaría abandonar lo familiar, y puede ser aterrador. Y aun sabiendo que es un territorio muy familiar para todos nosotros, un lugar donde podemos ser empoderados. Sin saber que nos permite dejar de lado las suposiciones falsas. Nos libera de los prejuicios y las ataduras. Cuando la mente “no sé”, se está sentado exactamente en este momento. Cuando se está en este momento, se está completamente abierto: es un receptor perfecto, un reflector perfecto.

Incluso mientras es atada y obligada, nuestra mente puede sentirse tan amplia como el cielo. Mira hacia el cielo y piensa en él como tu mente. El cielo no tiene ningún tipo de obstáculos. Si aparece una nube, el cielo no se queja. Si hay truenos y relámpagos, o si hay contaminación, sigue siendo tan amplio. No hay ninguna restricción, ni miedo. Nuestra práctica nos puede ayudar a abrirnos a esas cualidades, por lo que no estamos obstaculizados por las cuerdas alrededor de las extremidades y la pendiente debajo de nuestros pies. Justo en ese momento - “no sé”- es estar en relación con esa situación. ¿Cómo te mantienes vivo?

Fuera de este espacio viene la capacidad para darse cuenta de nuestra sabiduría y recordar cómo estar en relación con las lecciones y las oportunidades que aparecen en nuestra vida. Pocos son los que dicen que es fácil. Un sabio maestro fomentará el cultivo de la paciencia, la tolerancia, la generosidad, preceptos, valor. 


De  
Hyang Eom’s “Up a Tree”: Four Teachers’ Views  por la Maestra Zen Soeng Hyang
Primary Point Summer 2017, Volumen 34, Número 2

14 de agosto de 2017

ENSEÑANZA DE LA SEMANA

¿Por qué vives en este mundo?
 



Entendemos muchas cosas de este mundo, pero no nos entendemos a nosotros mismos. Entonces, ¿por qué los seres humanos llegan a este mundo? ¿Por qué vivimos en este mundo? ¿Por amor? ¿Por dinero? ¿Por respeto o fama? ¿Vives para tu esposa, esposo o hijos? ¿Por qué vives en este mundo? Si alguien te hizo estas preguntas, es posible que hayas contestado: “Vivo para mis hijos. Yo vivo para ganar suficiente dinero para ellos, o tal vez sólo para tener una buena vida. “La mayoría de la gente piensa de esta manera. Viven sólo para su familia, por alguna respetabilidad social fugaz, tal vez para disfrutar del arte o para tener una posición de poder. Todo el mundo quiere tener una buena situación para sí mismos. Si observamos este mundo muy de cerca, es fácil ver que la mayoría de la gente come, duerme y vive sólo para su propia felicidad personal. Sin embargo, estas cosas no son el verdadero propósito de la vida del ser humano. Son sólo medios temporales para vivir en el mundo. Si los seres humanos no pueden encontrar lo que son, ¿Cómo pueden ser realmente felices?

Por el Maestro Zen Seung Sahn